Hola amigos, nueva sesión de pesca aprovechando las condiciones tan favorables que
nos propicia esta época del año. En nuestra jornada solamente
utilizamos cebos fabricados por nosotros, tres boilies que si la cosa
no cambia los escuchareis en más de una ocasión en este blog,
concretamente los sabores que probamos fueron maíz-piña,
frolic-pollo, mantequilla-naranja.
En esta ocasión nos reunimos
tras las cañas Óscar Simón, José Luis Bastante, alias "Bustamante", una buen amigo que estuvo de visita en casa, y
un servidor. Pues bien era aún de noche cuando ya estábamos en la
orilla, lo primero intentar centrar la atención de nuestras amigas
en la zona de pesca que triangulamos para lanzar nuestros engaños, un cebado no muy amplio exclusivamente con las
bolas que antes os referí. Acto seguido montar los equipos y lanzar
las cañas.
La incertidumbre nos hacía vacilar sobre la decisión de
utilizar únicamente boilies caseros, pero el aspecto era muy bueno y con eso
nos sentíamos satisfechos. Finalmente nos mantuvimos en nuestras trece y sólo quedaba esperar.
Serían las 8 de la mañana
cuando una picada provocaba una rápida arrancada que finalmente no
se consiguió clavar, habían picado a nuestras bolas (jejejejeje). Que bueno,
concretamente a las de maíz-piña. ¡Esto funciona! - pensamos
todos-.
¡Otra vez!. No serían las 9
a.m., cuando una de las alarmas de Óscar marcaba la picada,
veloz arrancada que consiguió clavar el Sr. Bustamante por cortesía
de Óscar, que en vista de que se estrenaba en esto del Carpfishing
quería que se enamorase de éste maravilloso deporte en una sóla
jornada. Tras una bonita batalla, una Carpa Común de algo menos de 6
kg llegó hasta nuestra cuna, sucumbió a dos boilies de
frolic-pollo.


Nuestra sesión transcurría
y el silencio predominaba en el ambiente, la hora de la recogida se
aproximaba y todo indicaba que una sóla captura resumiría nuestra
agradable jornada. Pero sobre las 14:30 horas, nueva picada en el
puesto de Óscar que por lo que muestran las últimas sesiones está
en racha. Esta vez fue su dueño el encargado de trabaja al pez, pez
que no mostraba una lucha habitual a las que presentan las capturas
que normalmente tenemos en este escenario. Tras unos minutos de buen
hacer nuestro ejemplar estaba en la sacadera y que sorpresa tan
agradable, se trataba de un precioso barbo de casi 5 kg, no lo
podíamos creer...... Infinidad de sesiones en este paraje y jamás
habíamos pescado un barbo y es el día que estrenamos nuestro cebos
y cogemos uno, ¡Que magnífico sabor de boca!, fue un boilie de
mantequilla-naranja el que llamó la atención de este precioso pez.
Un saludo Carpilocos.