SESION JUNIO 2013
(MADRID)
Hola otra vez, sesión
más que satisfactoria que tuve el honor de compartir con mi hermano
Juan Fernando, mi compañero de fatigas en la orilla Oscar SIMÓN y
con mi peque, el Sr. Saúl. Este relato va dedicado a ellos, tres
fenómenos.
Bueno decir, que aquí
arrastre a mi hermano, que aunque me acompaña en muchísimas
ocasiones, siendo sinceros no hemos tenido mucha suerte en nuestras
sesiones. Pero ahora se presentaba la ocasión de resarcirme y
preparar una jornada que le hiciese creer en aquello que yo tanto
defiendo, el “Carpfishing”.
Entonces, con el
escenario cerca de casa y unos días libres, tuve la oportunidad de
prepararlo, bajo mi punto de vista, bastante bien. Eso sí, contando
con el apoyo de Oscar, que aún sin dejar de trabajar, sacó tantos
huecos le pedí para poder hacer los preparativos pertinentes. Lo
dicho, varios días yendo a cebar los puestos con un mix de semillas,
boilies, pellet, pienso para perros y todos aquellos retales que nos
quedaban por ahí. Lo cierto es que cada vez era más gratificante ir
a dar de comer a nuestras amigas, la actividad se veía crecer día a
día. Pintaba bastante bien y por fin llegó el día. Como en alguna
ocasión he mencionado, mis sesiones son bastante cortas y no por que
yo lo quisiera así, pero bueno.
Eran las 12:00 del mediodía y
estábamos en la orilla mi hermano, Saúl y yo (el pobre de Oscar
hasta las 19:00 currando en su bar, por cierto un lugar muy agradable
para pasar un rato con la familia. “Bar Simón”). Debido a que
hacía un calor sofocante lo primero que preparamos, no con poco
trabajo, fue el campamento base, algo de sombra, un hueco para poner
las neveras y otro para todos los achiperres que como ya sabéis son
pocos.

Sobre las 13:30 horas
comenzamos a lanzar nuestros engaños, un total de seis cañas, y
como yo esperaba antes de terminar de lanzar todas, una alarma se
arranco como alma que lleva el diablo. Mi intención era que Juan F. sacase tantas piezas como la sesión ofreciese en mis cañas
y en un principio así fue, luego acabó agotado (jejejeje). ¡A por
la primera! Una común de poco más de 5 kilos, fuerte y sana, la
cuál no se pudo resistir a un montaje snowman de un boilie comercial
muy conocido con un pop up del mismo sabor, repusimos las bolas en el
hair y otra vez al agua; todo acompañando de un mallita de pva
con varios boilies triturados y unos cuantos micropellets. Después de
las pertinentes fotografías pieza al agua y a seguir.
Terminamos de
colocar las dos cañas que quedaban y nos dispusimos a reponer
fuerzas, pues intuíamos que la sesión no nos daría mucha tregua; y
así fue, al poco tiempo...... “pi piiiiiiii”........, otra vez
la misma caña, -¡Rápido Juan clava!- Y vaya si clavó, una
preciosa royal de más de 7 Kilos, fotografía, al agua y repetir los
pasos dados anteriormente.

La tarde trascurría,
nuestro menaje fue aprovechado al 100 %, especialmente por Saulete,
“Que día de calor......”. Nuestra cuna receptora,
toda una piscina para él. Después de refrescarse a descansar.
Antes de anochecer,
llegó don Oscar, quién aprovecho para traer más hielo pues el
calor era insufrible, además de una inmensa bandeja de conejo con
tomate con un pinta estupenda. De la cúal se dio oportuna cuenta.

Pasaba la tarde y aprovechamos para
recebar la zona, pues aunque las picadas no faltaban, estábamos
buscando algo distinto. Al menos una pieza que superase las dos
cifras, quizás el fallo vino por esta cuestión tanto cebar atrajo a
muchas no tan grandes, las cuáles ahuyentaron con tanto jaleo a los
pepinos. Al final nada, propósito no conseguido.
Hacer mención a una
picada increíble, que tuvo que atender sin ningún tipo de
ayuda el hermanísimo, la cúal, debido a una pizarra que sesgo el
bajo no llegó a buen término. ¡Lástima, quizás esa sí era!
Nuevas y nuevas picadas.
Aunque se veía venir que íbamos a descansar poco, preparamos
nuestras colchonetas para cuando el cuerpo lo pidiese, casi no dio
tiempo a usarlas.
La noche pasaba y las
picadas no cesaban.
Pobre Saúl, fue el único que no pasó buena noche. De vez en cuando se levantaba con los ojos más bien cerrados a curiosear un poco, pero su necesidad era otra. Aún es pronto pero le hace mucha ilusión pasar la noche en el campo. Es buena señal.
Tuvimos dos dobletes, sendas situaciones
resueltas de manera satisfactoria.
Decir que casi todos
los cebos daban resultado, pero fue un boilie de dynamite y los pellet
de halibut de diferentes marcas, los que se llevaron la palma, 15
capturas de 22 picadas nos hicieron pasar un día magnífico, quizás
no sean las tallas pero lo pasamos muy bien, los pesos oscilaron
entre los 3.8 Kg de la menor de ellas, a los 8.7 Kg de la mayor. Lo
dicho estupendo, una jornada entretenida entre buena compañía.
Un saludo a Alberto que se unió para pasar la noche con nosotros y
otro para el amigo Primi y mi suegro Ponciano que no pudieron venir. Gracias a todos.